Jacque Fresco

El trabajo del Sr. Fresco incluye diseños industriales e ingeniería social, siendo también un precursor en el campo de Factores Humanos. El Sr. Fresco ha trabajado tanto como diseñador e inventor en un amplio rango de campos yendo desde innovaciones biomédicas a sistemas sociales completamente integrales.

El Proyecto Venus refleja la culminación del trabajo de vida de Jacque Fresco: la integración de lo mejor de la ciencia y la tecnología en un plan comprensivo de una nueva sociedad basada en las preocupaciones humanas y ambientales. Es una visión global de esperanza para el futuro de la humanidad en nuestra era tecnológica.





                                                     Ensayo de Jacque Fresco



El Futuro y Más Allá
de Jacque Fresco

Mas Allá de la Utopía
Las Nuevas Fronteras del Cambio Social
El Obsoleto Sistema Monetario
Una Economía Basada en Recursos
Motivación, Incentivo y Creatividad
El Aspecto Humano
El Proyecto Venus 




Más Allá de la Utopía

Con el advenimiento de los futuros desarrollos en la ciencia y la tecnología, cada vez designaremos mayor cantidad de toma de decisiones a las máquinas. Actualmente esto es evidente en sistemas militares en los cuales sensores electrónicos mantienen las características ideales de vuelo en las naves de avanzada. Hoy, las capacidades de las computadoras exceden los quinientos trillones de bits de información por segundo. La complejidad de la civilización actual es demasiado elevada para que pueda ser conducida por sistemas humanos sin la asistencia de computadoras electrónicas. Las computadoras de hoy son relativamente primitivas comparadas a las que se desarrollarán en el futuro. Eventualmente la administración de los sistemas sociales necesitará sensores electrónicos interconectados a todas las fases de las secuencias sociales, así eliminando la necesidad de políticos.

Las plantas industriales modernas en la actualidad poseen sistemas integrados de inventario, los cuales ordenan materiales u otros sustitutos mecánicos con anticipación.

Creemos que es posible realizar una sociedad donde la vida de la gente sea más larga, más saludable y más productiva y significante. En tal sociedad, la medida de éxito estaría basada en la realización de las metas de cada uno, en lugar de la adquisición de riqueza, posesión, y poder. Aunque muchos de los conceptos presentados aquí parecen metas inalcanzables, todas las ideas están basadas en principios científicos. No es mi propósito escribir un artículo que sea aceptable para la gente, esta no es la preocupación de la ciencia.

La dirección social que proponemos aquí no tiene paralelo en la historia con ninguna otra ideología política o estrategia económica. Estableciendo los parámetros de esta nueva civilización requerirá la superación de muchas de las tradiciones, valores, y métodos del pasado. El futuro desarrollará sus propios paradigmas, apropiados a cada fase sucesiva del desarrollo humano y tecnológico.

A través de la historia de la civilización, unos pocos líderes de naciones o políticos han propuesto un plan comprensivo para mejorar las vidas de toda la gente bajo su jurisdicción. Aunque tales individuos como Plato, Edward Bellamy, H.G. Wells, Karl Marx y Howard Scott hicieron intentos de presentar una nueva civilización, el orden social establecido los consideró soñadores imprácticos con diseños utópicos que iban contra los elementos innatos de la naturaleza humana. Armado en fila contra estos pioneros sociales se encontraba un status quo formidable compuesto de intereses concedidos que estaban cómodos con la manera en que las cosas estaban, y una clase baja que, luego de años de indoctrinamientos y condicionamientos, no quería cambios radicales. Estos eran los millones de guardianes auto-proclamados del status quo. La perspectiva y la filosofía de estos líderes era consistente a sus posiciones de ventajas diferenciales.

En 1898, Edward Bellamy escribió el libro Looking Backward (Mirando hacia atrás). Concibió un sistema social igualitario ideal con muchas ideas avanzadas para su tiempo. Este best seller generó una gran cantidad de interés, y mucha gente indagó en la manera en que este tipo de sociedad Utópica cooperativa podría ser realizada. Pero Bellamy respondió que él era tan sólo un escritor y no sabía como crear tal sociedad.

Las propuestas que él presentó, junto con las de la República de Plato, los escritos de Karl Marx, H. G. Wells en su libro The Shape Of Things To Come (La Forma De Las Cosas Por Venir) y muchas otras, representan intentos por encontrar soluciones funcionales a los problemas que esas tempranas civilizaciones no pudieron resolver. No hay duda que en el tiempo de los libros de Bellamy las condiciones sociales eran abominables, lo cual hizo al ideal Utópico extremadamente llamativo. Lo que parece estar faltando en la mayoría de estos conceptos, sin embargo, ha sido un plan global y los métodos necesarios para lograr un sistema transicional que haga que la idea se vuelva una realidad. La mayoría de estas tempranas visiones de un mundo mejor no incluían cambios ni en la tecnología o en los valores humanos, tendiendo a detener logros novedosos. Adicionalmente, todos han carecido de un conjunto comprensivo de planos, modelos, y una metodología de implementación. Finalmente, carecían de individuos competentes para realizar tal transición.

Las respuestas no yacen en el debate o las discusiones filosóficas sobre valores, sino en la metodología. Por lo tanto lo que es necesario es una definición operacional de un mundo mejor, como la siguiente: Maximizar constantemente las tecnologías futuras y existentes con el único propósito de enriquecer toda la vida humana y proteger al medio ambiente.

Hoy hemos desarrollado la tecnología necesaria para dejar atrás las tiernas esperanzas y sueños de cualquier innovador social del pasado. El hecho de que los previos intentos de lograr un cambio social hayan fracasado no es una justificación para que dejemos de intentarlo. El verdadero peligro yace en la complacencia. Las únicas limitaciones del futuro de la humanidad son aquellas que hemos impuesto sobre nosotros mismos. Hoy es posible aliviar a la humanidad de muchos de sus problemas no resueltos a través de la aplicación humana de la tecnología.

En EEUU, hace muchos años atrás, se intentó entender un sistema social y económico diferente al propio. Una película llamada “The March Of Time” (El Paso del Tiempo) decía esto sobre el Comunismo Soviético: “Creemos que el sistema capitalista Americano funcionará mejor que el sistema colectivo. Sin embargo, les deseamos la mejor de las suertes en su nuevo e inusual experimento social.” La falla del comunismo en proveer las necesidades humanas y en enriquecer las vidas de sus ciudadanos no es distinta a nuestras propias fallas. Tanto el fracaso como el éxito son inherentes en el experimento continuo que es la evolución social. En todos los sistemas sociales establecidos es necesario descifrar diferentes enfoques para mejorar los funcionamientos del sistema.

La ciencia esta repleta de ejemplos de experimentos que han fallado, al igual que de aquellos que han tenido éxito. En el desarrollo de un aeroplano, por ejemplo, hubo cientos de fallas antes de que el primer modelo funcional fuera producido. En el campo de la medicina, el Dr. Erlich probó cerca de 600 enfoques diferentes para controlar la sífilis antes de que uno finalmente tuviera éxito. Toda la tecnología que utilizamos actualmente, como computadoras, teléfonos celulares, la Internet, aviones y automóviles, están en un estado constante de mejora y modificación. Aún así nuestro sistema social y valores permanecen ampliamente estáticos. Una inscripción en uno de nuestros edificios gubernamentales dice así: “Donde no hay visión, la gente perece.” Lograr visiones requiere cambio. La razón principal para resistirse al cambio es que tiende a amenazar los intereses establecidos. De hecho, el miedo al cambio social es de alguna manera infundado cuando tomamos en cuenta que la historia entera de la civilización ha sido, en un sentido, un experimento. Incluso el sistema capitalista, durante sus primeras etapas, enfrentó una multitud de problemas mucho más severos de lo que son hoy. Estos incluían largas horas de trabajo, explotación de labor infantil, ventilación inadecuada en plantas industriales, falta de derechos para la mujer y las minorías, condiciones arriesgadas en las minas, y prejuicios raciales. A pesar de sus varios problemas, fue el mayor experimento social de la historia en cuanto a diversidad de estilos de vida y libertades individuales, innovaciones en la arquitectura y la tecnología, y progreso global en general. Es imperativo que continuemos el proceso de experimentación social para trascender nuestras limitaciones presentes y enriquecer las vidas de todos. 

El futuro no depende de nuestras creencias o costumbres sociales actuales, sino que continuaremos desarrollando un conjunto de valores único a su propio tiempo. No existen las “Utopías”. La noción de “Utopía” es estática. Sin embargo, la supervivencia de cualquier sistema social en último término depende de la habilidad de alentar un cambio apropiado para mejorar la sociedad como un todo. Los caminos que elijamos determinarán si hay vida inteligente en la Tierra o no.


 Las Nuevas Fronteras del Cambio Social

Generalmente se ha observado que crisis similares crean lazos similares. Mientras que la gente busca tomar ventajas durante tiempos de prosperidad, el sufrimiento compartido tiende a unir a la gente. Hemos visto este comportamiento repetirse una y otra vez a través de los siglos, durante tiempos de inundación, hambre, incendios, u otros desastres naturales. Sin embargo, una vez que la amenaza es disuelta, los patrones de escasez vuelven a guiar a la gente a sus comportamientos de búsqueda de ventajas individuales. Películas sensacionalistas como “El Día de la Independencia” describen un mundo unido con el propósito de repeler una invasión de una cultura alienígena hostil. Ciertamente, parece que la única fuerza que movilizaría el mundo hacia una dirección unificadora es una que represente una amenaza común, tal como un meteorito dirigiéndose hacia la Tierra, o algún otro evento catastrófico. Si alguna vez ocurriera un evento así, todas las disputas fronterizas se volverían irrelevantes en la cara de un desastre inminente. Mientras que muchos implorarían una intervención divina para la salvación, todas las naciones seguramente combinarían sus esfuerzos y utilizarían la ciencia y la tecnología para lidiar con esta amenaza en común. Banqueros, abogados, hombres de negocios, y políticos serían todos dejados de lado. Cada recurso sería aprovechado y movilizado, sin preocuparse por costos monetarios o ganancias. Bajo esta clase de condición amenazante, la mayoría de la gente se daría cuenta donde yace la clave para su supervivencia. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, fue la movilización colectiva tanto de los recursos humanos como materiales los que llevaron a una resolución exitosa a EEUU y sus aliados.

Mientras que la información científica crece, las naciones y la gente están empezando a darse cuenta que incluso en el mundo dividido de hoy existen, de hecho, muchas amenazas en común que trascienden las fronteras nacionales. Estas incluyen la superpoblación, la escasez de energía, la contaminación, la escasez de agua, la catástrofe económica, epidemias de enfermedades incontrolables, etcétera. Sin embargo, inclusive enfrentando amenazas de esta magnitud que son comunes a todas las naciones, la dirección de la acción humana no ha sido alterada demasiado cuando naciones poderosas pueden mantener el control de los recursos limitados disponibles.

Aunque muchas personas, publicaciones, y presentaciones multimedia describen varios aspectos del futuro y pintan imágenes espectaculares de los desarrollos por venir en las áreas del transporte, el hospedaje y la medicina, ignoran el hecho que en una economía basada en moneda los beneficios completos de estos desarrollos continuarán sólo al alcance de unos pocos. Lo que no es tocado es la manera en que estas tecnologías del futuro pueden ser utilizadas para organizar sociedades y economías de una manera eficiente y equitativa, sin la necesidad de la uniformidad, para que todos puedan beneficiarse de ellas. Los pocos equipos de pensadores encargados de realizar nuevos enfoques para llevar la organización social a la velocidad de las actuales capacidades tecnológicas no lidian con un cambio social como en un plan sistemático global.

Tampoco existen planes sociales globales en el gobierno o la industria para eliminar completamente los efectos negativos del desplazamiento de la gente por las máquinas, ni tampoco parece haber una preocupación genuina para hacerlo. Mucha gente cree durante cualquier tipo de colapso social el gobierno proveerá de los cambios necesarios para su supervivencia. Esto es altamente improbable. Si tal evento llegase a ocurrir, el gobierno existente probablemente declararía estado de emergencia en un intento de prevenir un caos total. Luego instituiría medidas que abordarían problemas inmediatos, intentando al mismo tiempo preservar instituciones y estructuras de poder existentes, incluso aunque fueran estas el mayor factor contributivo a los problemas.

Mucha gente, a través de la historia, ha llevado políticos a realizar tareas cuyas acciones no han sido enteramente en el mejor interés de la sociedad. Las razones de esto se vuelven más claras cuando uno se da cuenta que incluso en las democracias modernas, estos líderes no benefician las vidas de la persona promedio. En su lugar, mantienen las posiciones preferenciales de la mayoría del orden establecido. Hay crecientes indicaciones de conciencia de parte de la gente en varias áreas del mundo que los eventos se han ido más allá del control de sus líderes políticos. En todos lados vemos figuras y partidos políticos ir y venir, estrategias políticas adoptadas y descartadas por su incapacidad de satisfacer las demandas de una u otra fracción social.

La razón por la cual no sugerimos que le escribas a tu congresista, o cualquier número de agencias gubernamentales es que ellos carecen del conocimiento necesario para lidiar con nuestros problemas. Su enfoque es preservar los sistemas existentes, no cambiarlos. Pareciera que son pocas las sociedades que quieren reducirse gradualmente. En las sociedades industriales modernas la causa de la inacción yace del engorroso proceso político mismo, un anacronismo en una era donde la mayoría de las decisiones pueden ser tomadas sobre cualquier tema importante en menos de un segundo por la entrada objetiva de información relevante en computadoras.

Las condiciones óptimas que realmente efectuarían un cambio social aparecerán cuando las condiciones hayan deteriorado a tal magnitud que los gobiernos, los políticos y las instituciones sociales ya no posean el respaldo y la confianza de la gente. Se acepta que lo que alguna vez funcionó ya no es relevante. Si el público estuviera mejor informado, sólo ahí sería posible introducir un nuevo y mejorado arreglo social.

Desafortunadamente, hoy en día la mayoría de la gente acepta respuestas simples, que tienden a repetir el mismo ciclo de eventos. Cuando se enfrentan a condiciones sociales intolerables, muchos de los viejos patrones emergerán de nuevo mientras la gente intente encontrar alguien o algo a que culpar por las condiciones, por decir minorías, inmigrantes, negligencia a la hora de adherir a principios religiosos o valores familiares, y las influencias de algún tipo de fuerzas sobrenaturales inexplicables.

Un verdadero cambio social no llega a través de hombres y mujeres de razón y buena fe a un nivel personal. La noción de que uno puede sentarse, hablar con individuos y alterar sus valores es altamente improbable. Si la persona a la cual uno le esta hablando no posee el conocimiento fundamental de la operación de los principios científicos y de los procesos de las leyes naturales, es difícil que entienda como encajan las piezas a un nivel holístico.

Las soluciones a nuestros problemas no llegarán utilizando la aplicación de la razón o la lógica. Desafortunadamente, no vivimos en mundo ni razonable ni lógico. Parece no haber registros históricos sobre cualquier líder de una sociedad establecida que deliberada y comprensivamente haya rediseñado una cultura para ajustarse a los tiempos cambiantes. Mientras que no hay duda que los líderes políticos, a una cierta magnitud, modifican algunos modos de comportamiento, los verdaderos factores responsables del cambio social son generados por presiones bio-sociales, las cuales son inherentes en todos los sistemas sociales. El cambio es generado por ocurrencias naturales o económicas que afectan adversamente las circunstancias inmediatas de grandes números de personas.

Algunas presiones bio-sociales responsables del cambio social son: recursos limitados, guerra, superpoblación, epidemias, desastres naturales, recesión económica, reducción laboral de escala masiva, desempleo tecnológico, y el fracaso de los oficiales electos para superar estos problemas. La introducción del medio del dinero para el proceso de intercambio generó un cambio significativo en la sociedad, al igual que lo hicieron la introducción de la agricultura mecanizada y la Revolución Industrial.

Desafortunadamente, el anticuado orden social, político e internacional ya no es apropiado a estos tiempos. Estas instituciones sociales obsoletas son incapaces de captar el significado de la tecnología innovadora para lograr el mayor bienestar de toda la gente, y para superar las desigualdades impuestas en tantas personas. La competencia y la escasez han causado el desarrollo de una atmósfera de envidia y desconfianza entre los individuos y las naciones. Los conceptos de derecho de propiedad, propiedad intelectual, derechos de autor, y patentes manifestados en entidades corporativas y en la soberanía de las naciones, imposibilitan el libre intercambio de información que es necesario para enfrentar desafíos globales. La Unión Europea representa un intento de puentear el presente con el futuro, pero se encuentra muy lejos dado que depende de la muleta del sistema monetario.

No podemos retrogradar valores tradicionales, que ya no poseen aplicación. Cualquier intento de volver a los métodos del pasado condenaría innumerables millones a una vida de miseria, trabajo duro y sufrimiento innecesarios.

Sin embargo, no es suficiente señalar los factores limitantes que pueden amenazar la supervivencia de todas las naciones. El desafío de que todas las culturas se unan en esta era tecnológica - algunas más que otras – es aquel que provee una transición suave, que introduciría una manera más apropiada de pensar sobre nosotros, el medio ambiente y la gestión de asuntos humanos.

La supervivencia decisiva de la especie humana depende de un planeamiento de escala global y la búsqueda cooperativa de nuevas alternativas con una orientación relativa de estructuras sociales mejoradas. Si la humanidad desea lograr la mutua prosperidad, el acceso universal a los recursos es esencial.

Junto con la introducción de nuevos paradigmas hacia ámbitos humanos y ambientales, debe haber una mitología para convertir esto en realidad. Si deseamos lograr estos fines, el sistema monetario eventualmente deberá ser reemplazado por una economía mundial basada en recursos. Para utilizar los recursos de manera efectiva y económica, la tecnología cibernetizada e informática podría eventualmente ser aplicada para garantizar el mayor estándar de vida para todos. Con la aplicación inteligente y humana de la ciencia y la tecnología, las naciones del mundo podrían guiar y modelar el futuro hacia la preservación del medio ambiente y la humanidad.

Lo que es necesario para alcanzar una sociedad global es un esquema comprensivo internacionalmente aceptado y práctico. También es necesario un concejo de planeamiento internacional capaz de trasladar el esquema y las ventajas que serían obtenidas a través de la unificación mundial. Esta propuesta podría ser presentada en el vernáculo, de manera que la gente no técnica pueda fácilmente entenderla

En la actualidad, nadie debería tomar decisiones de cómo este esquema debe ser diseñado. Debe estar basado en la capacidad de soporte de nuestro planeta, sus recursos, las necesidades humanas, y similares. Para lograr sustentar nuestra civilización debemos coordinar tecnología de avanzada y recursos disponibles en un enfoque de sistemas globales humanos y totales.

No hay duda que muchas de las profesiones que hoy nos son familiares eventualmente serán eliminadas. Con el nivel de cambio que esta tomando lugar, un gran conjunto de ocupaciones obsoletas desaparecería más rápida y extensivamente que en cualquier otro momento de la historia. En una sociedad que aplica un enfoque sistemático, estas profesiones serán reemplazadas por equipos interdisciplinarios – los analistas de sistema, programadores, investigadores de operación, y aquellos que unen al mundo con redes de comunicación asistidas por computadoras digitales de alta velocidad. Esto eventualmente nos llevará hacia métodos informáticos a gran escala de operación social. Las operaciones sociales actuales son demasiado complejas para ser manejadas por cualquier político electo.

Parece que la mayoría de los políticos no le prestan una verdadera atención a este y a otros problemas. Sólo en tiempos de guerra o emergencias nacionales es cuando ensamblamos equipos interdisciplinarios para ayudar a encontrar soluciones funcionales a los varios problemas sociales. Si aplicamos los mismos esfuerzos de la movilización científica como lo hacemos durante una guerra, efectos beneficiosos de gran escala pueden ser alcanzados en un período relativamente corto de tiempo. Esto podría ser logrado fácilmente utilizando muchas de nuestras universidades, instalaciones de ensayo, y personal para determinar mejor métodos alternativos posibles para resolver estos problemas. Esto eventualmente nos ayudará a definir los parámetros transicionales posibles para el futuro de una civilización global sustentable.

El proceso de cambio social debe permitir cambiar las condiciones que continuamente se actualizaran los parámetros de diseño y permitirán la infusión de nuevas tecnologías sobre culturas emergentes. Equipos de diseño utilizando computadoras socialmente integradas podrían ser automáticamente informados sobre nuevos desarrollos. Mientras que este proceso es continuamente actualizado, generaría un código de conducta más apropiado. Al decir conducta apropiada nos referimos a los procedimientos necesarios para cumplir una tarea dada.

Todas las limitaciones impuestas sobre nosotros por nuestro sistema monetario actual podrían ser superadas adoptando un consenso global por una economía mundial basada en recursos, en la cual todos los recursos planetarios son considerados y tratados como la herencia común de todos los habitantes de la Tierra. De esta manera, la Tierra y nuestros procedimientos tecnológicos podrían proporcionarnos de un suministro ilimitado de bienes y servicios materiales sin la creación de deuda o cualquier otro tipo de impuesto. 


El Obsoleto Sistema Monetario

Aunque habilidosos publicistas nos hagan creer lo contrario, cuando en las economías monetarias actuales son introducidas nuevas tecnologías, las consecuencias humanas son de poca importancia a aquellos que las introducen – excepto, por supuesto, como consumidores. En un sistema monetario, las preocupaciones principales de la industria son la rentabilidad, el mantener la ventaja competitiva, y mirar la última línea de totales, en lugar del bienestar de la humanidad. Los problemas sociales que aparecen del desempleo masivo de personas, las cuales se vuelven obsoletas ante la infusión de la automatización, son considerados irrelevantes, si es que son considerados en primer lugar. En los negocios, cualquier necesidad encontrada es secundaria a la adquisición de ganancias. Si la ganancia es insuficiente, el servicio será retirado. Lo que la industria busca es mejorar su ventaja competitiva para incrementar el margen de ganancia de sus accionistas. No sirve al interés de una sociedad monetaria en involucrarse en la producción de bienes y servicios para enriquecer las vidas de la gente como meta. Con el incremento de la conciencia de la población en cuanto al efecto de la casa verde, la lluvia ácida, el aire y agua contaminados, etcétera, algunas compañías también están empezando a darse cuenta que para mantener su presencia mercantil deben interesarse en prestar atención a las preocupaciones sociales y ambientales. Mientras que estas tendencias son admirables, son insuficientes como método para resolver los problemas globales de los desechos, la degradación ambiental y el innecesario sufrimiento humano.

El sistema monetario ha sido una herramienta útil, pero interina, nació para ser una manera de asignar un valor a objetos escasos y al trabajo. El sistema monetario por supuesto reemplazó al sistema de trueque, el cual implicaba un intercambio directo de objetos y trabajo. Sin embargo, al igual que no hubo un sistema universal de trueque en el pasado, no hay un sistema monetario global en la actualidad. Individuos y grupos, ahora como en el pasado, continúan necesitando intercambiar objetos y trabajo para conseguir bienes y servicios. La distribución desigual de habilidades, recursos y materiales a lo largo del mundo requiere un comercio global.

Hasta hace unas décadas, el sistema monetario funcionó a un cierto nivel. La población global de 3 billones no sobreconsumía los recursos y la energía del mundo, el calentamiento global no era evidente, y la contaminación del aire y el agua solo eran reconocidas por unos pocos. El inicio del siglo XXI, sin embargo, encontró a la población en una cantidad creciente exponencialmente de 6 billones, suministros menguantes de recursos y energía, la realidad del calentamiento global, y la evidente contaminación mundial. El planeta Tierra esta en crisis y la mayoría de la población mundial no puede cubrir sus necesidades porque no posee los medios para comprar los recursos incrementalmente caros. Hoy es el dinero el determinante del estándar de vida de la gente y no la disponibilidad de recursos.

En un sistema monetario el poder de compra no esta relacionado a nuestra capacidad de producir bienes y servicios. Por ejemplo, durante una recesión hay CDs en las vidrieras y automóviles en las concesionarias, pero mucha gente no posee el poder de compra para adquirirlos. La Tierra aún continúa siendo el mismo lugar; son sólo las reglas del juego las obsoletas, las que crean contienda, depravación, e innecesario sufrimiento humano.

En la cultura actual de la ganancia, no producimos los bienes en base a la necesidad humana. No construimos casas en base a las necesidades de la población. No cultivamos alimentos para alimentar a la gente. La motivación principal de la industria es la rentabilidad, la ganancia.

El sistema monetario hoy representa un impedimento a la supervivencia en lugar de un medio de facilitar la existencia y el crecimiento individuales. La herramienta imaginaria ha perdido su utilidad. Las limitaciones de la población de la Tierra hoy causadas por la estructura monetaria pueden ser eliminadas. No es dinero lo que la gente necesita, sino el acceso a los bienes y servicios. Debido a que la humanidad requiere recursos para existir, el sistema sustituto debería proveer esos recursos directamente a la gente sin el impedimento de intereses financieros y políticos que buscan una ganancia privada a la expensa de la vida y la subsistencia de la población. El sistema sustituto es lógicamente una economía basada en recursos. Esta economía global basada en recursos iría gradualmente apareciendo a medida que el sistema monetario vaya desapareciendo.

Todos los sistemas económicos del mundo – socialismo, comunismo, fascismo e incluso el ‘prestigioso’ sistema capitalista – perpetúan la estratificación social, el elitismo, el nacionalismo y el racismo, primariamente basados en disparidad económica. Siempre que un sistema social utilice el dinero o el trueque, la gente y las naciones buscarán mantener posiciones de ventajas diferenciales. Si no pueden hacerlo a través del comercio, lo harán a través de la intervención militar.

La guerra representa la falla suprema de las naciones en resolver sus diferencias. Desde un punto de vista estrictamente pragmático es el mayor desperdicio de vidas y recursos jamás concebido por cualquier criatura en el planeta. Esta manera cruda y violenta de intentar resolver diferencias internacionales ha adoptado trasfondos más siniestros desde el advenimiento de elaborados sistemas informáticos de bombardeo termonuclear, enfermedades y gases letales, y la amenaza de sabotaje de las redes informáticas de una nación. A pesar del deseo de las naciones por lograr paz, usualmente carecen del conocimiento sobre cómo llegar a soluciones pacíficas.

La guerra no es la única forma de violencia en los países desarrollados y subdesarrollados que es impuesta sobre la población por las inadecuadas estructuras sociales. También existen el hambre, la pobreza, y la escasez. Siempre que exista la utilización de dinero, la creación de deuda, y la inseguridad económica, estas condiciones perpetuarán el crimen, la anarquía y el rencor. Proclamaciones y tratados en papel no alteran las condiciones de escasez e inseguridad. Y el nacionalismo solo tiende a ayudar a propagar la separación de las naciones y la gente del mundo.

Incluso el firmado de un tratado de paz no podrá evitar otra guerra si las causas subyacentes no son abordadas. Los aspectos inútiles de las leyes internacionales tienden a congelar las cosas de la manera en que están. Todas las naciones que han conquistado tierras alrededor del mundo utilizando fuerza y violencia aún mantendrían sus posiciones de ventajas territoriales y de recursos. Lo entendamos o no, tales acuerdos solo sirven como suspensiones temporales a los conflictos.

Tratar de encontrar soluciones a los problemas monumentales dentro de nuestra sociedad actual sólo servirá como parches temporales, prolongando un sistema obsoleto.

En este mundo de cambio constante ya no es una cuestión de elegir que hacer para lograr los cambios necesarios; hoy resulta obligatorio que aceptemos este desafío y adoptemos estos nuevos requerimientos o que enfrentemos la caída inminente de nuestra institución socioeconómica actual.

Este es el dilema que debemos afrontar, y las soluciones a las que llegamos deben adecuarse a las circunstancias del “mundo real”. Parece no haber otra manera más que actualizar nuestras perspectivas y crear una nueva dirección relegando los viejos valores a las civilizaciones del pasado. Desafortunadamente, esto podría cumplirse no pasado el punto de no retorno en la economía global. 


Una Economía Basada en Recursos

Aquí presentado se encuentra un abordaje directo al rediseño de una cultura, en la cual las viejas inadecuaciones de la guerra, la pobreza, el hambre, y el innecesario sufrimiento humano son consideradas no solo evitables, sino completamente inaceptables. Este nuevo diseño social trabaja hacia la eliminación de las causas subyacentes responsables de muchos de nuestros problemas. Pero, como fue dicho previamente, no pueden ser eliminadas dentro del marco del establecimiento monetario y político. El comportamiento humano es sujeto a las mismas leyes que gobiernan a todos los otros fenómenos físicos. Nuestras costumbres, comportamientos, y valores son productos derivados de nuestra cultura. Nadie nace con avaricia, prejuicio, intolerancia u odio – todos son aprendidos. Si el ambiente no es alterado, problemas similares volverán a ocurrir.

Estas aspiraciones no pueden ser cumplidas en una sociedad monetaria de desperdicios y explotación humana. Con su obsolescencia planeada, la negligencia del medio ambiente, sus exuberantes gastos militares y los métodos gastados para intentar resolver problemas a través de la declaración de leyes, estas metodologías están destinadas a fracasar. Además la idea de que las tecnologías de avanzada nos guiarían a un mejoramiento de la calidad de vida de la mayoría de las personas realmente no es el caso en un sistema monetario. Cada vez mayor cantidad de compañías están adoptando los tremendos beneficios de la automatización, cuyo resultado es el incremento de la producción con menos empleados. La preocupación de las corporaciones en generar ganancias a corto plazo resultará, en último término, en la defunción de las economías monetarias mundiales. Si el sistema monetario continúa operando, nos enfrentaremos con una condición de mayor desempleo tecnológico, hoy referido como reducción de personal. Desde 1990 a 1995, las compañías despidieron la increíble cantidad de 17.1 millones de empleados, muchos de ellos debido a la automatización. La automatización continuará reemplazando a la gente en el futuro previsible, resultando en la carencia de poder de compra de estos trabajadores desplazados. A pesar de la expansión de los mercados globales, el costo humano, en términos de trabajadores desplazados y una población privada de sus derechos, inevitablemente traerá problemas sociales masivos e inmanejables.

Durante la década del 30, en lo más alto de la Gran Depresión, la administración Roosevelt decretó una nueva legislación social diseñada para minimizar las tendencias revolucionarias y para abordar los problemas del desempleo. Trabajos fueron provistos a través de la Administración de Progreso de los Trabajos, la Corporación de Conservación Civil, el Acto de Recuperación Nacional, campamentos transitorios, y proyectos de las Artes Federales. Sin embargo, en último término, fue la Segunda Guerra Mundial la que sacó a Estados Unidos de esa depresión mundial. Si le permitimos a las condiciones actuales seguir su curso natural, pronto nos enfrentaremos con otra recesión internacional de magnitud potencialmente mayor. En el momento de esta depresión los Estados Unidos tenían sólo 600 aviones de combate de primera clase al inicio de la Segunda Guerra Mundial, rápidamente incrementamos la producción en hasta 90 mil aviones por año. ¿Acaso teníamos el dinero para pagar los implementos requeridos para la guerra? La respuesta es no. Tampoco teníamos el oro. Pero, lo que si teníamos era más que recursos suficientes. Fue la disponibilidad de recursos materiales y humanos la que le permitió a Estados Unidos lograr la producción y eficiencia necesarias para ganar la guerra. Desafortunadamente, tal esfuerzo total solo es considerado en tiempos de guerra o desastre.

Vivimos en una cultura que parece trabajar colectivamente solo en respuesta a una crisis. Sólo en tiempos de guerra ensamblamos equipos interdisciplinarios para contrarrestar una amenaza de agresión humana. Sólo en tiempos de emergencia nacional hacemos lo mismo para resolver una amenaza natural u ocasionada por el hombre. Raramente, si es que alguna vez, empleamos un esfuerzo concentrado para ayudar a encontrar soluciones funcionales a problemas sociales. Si aplicamos los mismos esfuerzos de movilización científica hacia el mejoramiento social al igual que lo hacemos durante una guerra o desastre, resultados de gran escala podrían ser alcanzados en un período relativamente corto de tiempo.

La Tierra aún es abundante en recursos. Nuestra práctica de racionar recursos a través de métodos monetarios es irrelevante y contraproducente al bienestar de la gente. La sociedad de hoy tiene acceso a tecnologías de avanzada y puede fácilmente proporcionar más que lo suficiente para lograr un estándar alto de vida para toda la gente del mundo. Esto es posible a través de la implementación de una economía basada en recursos.

En pocas palabras, una economía basada en recursos utiliza los recursos existentes en lugar del dinero, y provee un método equitativo de distribución en la manera más humana y eficiente posible para la población entera. Es un sistema en el cual todos los recursos naturales, hechos por el hombre, hechos por las máquinas y sintéticos estarían disponibles sin la utilización de dinero, trueque, o cualquier otra forma de intercambio simbólico. Una economía basada en recursos utilizaría los recursos existentes de la tierra y el mar, y los medios de producción, como equipamiento físico y plantas industriales, para enriquecer las vidas de la población total. En una economía basada en recursos en lugar de dinero, podríamos producir fácilmente todas las necesidades de la vida y proporcionar un estándar alto de vida para todos.

Para aclarar mejor este concepto de economía basada en recursos considera este ejemplo: Un grupo de personas es varado en una isla con un enorme poder de compra incluyendo oro, plata y diamantes. Toda esta riqueza sería irrelevante a su supervivencia si la isla tuviese pocos recursos como alimento, aire y agua limpios. Solo cuando la población excede la capacidad productiva de la tierra es cuando emergen los problemas de avaricia, crimen y violencia. Por otra parte, si otro grupo de personas fuera varado en una isla que fuera abundante en recursos naturales produciendo más de lo necesario para la supervivencia, entonces un sistema monetario sería irrelevante. Es sólo cuando los recursos son escasos que el dinero puede ser utilizado para controlar su distribución. Uno no podría, por ejemplo, vender el aire que respiramos, la arena de la playa, o el agua salada del océano a otra persona en la isla que posee el mismo acceso a estas cosas. En una economía basada en recursos todos los recursos del mundo serían considerados herencia común de toda la gente del mundo, eliminando eventualmente la necesidad de fronteras artificiales que separan a la gente – este es el imperativo unificador.

Aquí debemos hacer énfasis en que este enfoque hacia un gobierno global no tiene nada en común con las aspiraciones actuales de una elite corporativa que desea formar un gobierno mundial con ellos y las grandes corporaciones en control, y la gran mayoría de la población del mundo sirviéndoles. La globalización en una economía basada en recursos faculta a cada persona en el planeta para ser lo mejor que pueda ser, no para vivir en una sumisión abyecta a un cuerpo gobernante corporativo.

Todos los sistemas sociales, independientemente de su filosofía política, creencias religiosas, o costumbres sociales, depende en último término de los recursos naturales, aire y agua limpios, tierra cultivable y la tecnología y personal necesarios para mantener un estándar alto de vida. Esto puede ser logrado a través de la aplicación inteligente y humana de la ciencia y la tecnología. La verdadera riqueza de cualquier nación yace en sus recursos desarrollados y potenciales, y en la gente que trabaja hacia la eliminación de la escasez y el desarrollo de un modo más humano de vida. Una economía basada en recursos utilizaría la tecnología para cubrir los recursos escasos utilizando fuentes renovables de energía; manufacturación, inventario y distribución automatizados e informáticos; diseñando ciudades seguras de energía eficiente; proporcionando un cuidado de salud universal y una educación relevante; y más que nada, generando un nuevo sistema de incentivo basado en preocupaciones humanas y ambientales.

Desafortunadamente, hoy la ciencia y la tecnología han sido desviadas de estos fines por razones de interés propio y ganancia monetaria a través del impedimento deliberado de eficiencia, o a través de la obsolescencia planeada. Por ejemplo, es un estado irónico de cuestiones el hecho de que el Departamento de Agricultura de EEUU, cuya función es conducir investigaciones para lograr un mayor rendimiento de cultivos por acre, les paga a los campesinos para que no produzcan a capacidad completa mientras que mucha gente pasa hambre. Otro ejemplo es la elección que toman las compañías al volcar ilegalmente desechos sólidos en océanos y ríos para ahorra dinero, cuando métodos de eliminación ecológicos están disponibles. Un tercer ejemplo es la falla de las industrias que no instalan precipitadores electrostáticos en las chimeneas de sus fábricas para evitar que partículas de materia salgan despedidas a la atmósfera, incluso cuando tal tecnología ha estado disponible por más de 75 años. El sistema monetario no siempre aplica métodos conocidos que podrían servir mejor a la gente y al medio ambiente.

En una economía basada en recursos, el aspecto humano sería de principal importancia, y la tecnología estaría subordinada a ello. Esto resultaría en un incremento considerable en el tiempo libre. En una economía en la cual la producción es lograda primariamente por máquinas, y los productos y servicios están al alcance de todos, los conceptos de “empleo” y “ganarse la vida” se volverían irrelevantes. Pero si las consecuencias humanas de la automatización permanecen irresueltas, como están hoy, hacen que todos los avances en la ciencia y la tecnología sean de muy poca significancia.

La utilización de los sistemas informáticos actuales de alta velocidad y gran capacidad, también conocidos como la “Superautopista de la Información” o Internet, podrían asistirnos en la definición de las variables y parámetros requeridos para la operación de una economía basada en recursos que esta conforme a las necesidades ambientales. La sobreexplotación de recursos sería innecesaria y trascendida.

Mucha gente cree que hay demasiada tecnología en el mundo de hoy, y que la tecnología es la mayor causa de nuestra contaminación ambiental. Este no es el caso. En su lugar, es el abuso y mal uso de la tecnología los que deberían ser nuestras preocupaciones primordiales. En términos muy simples, un martillo puede ser utilizado para construir un edificio, o para matar a otra persona. El problema no es el martillo, sino como es utilizado.

La Cibernetización, o la aplicación de las computadoras y la automatización al sistema social, podría ser estimada como la proclamación de emancipación de la humanidad si es utilizada humana e inteligentemente. Su rigurosa aplicación podría eventualmente hacer que la gente disponga del más alto estándar de vida concebible, prácticamente sin tener que trabajar. Podría librar a la gente por primera vez en la historia humana de rutinas de actividades mundanas y repetitivas, altamente estructuradas y externamente impuestas. Podríamos permitirnos regresar al concepto Griego de tiempo libre, donde los esclavos hacían la mayor parte del trabajo y los hombres tenían tiempo para cultivar sus mentes. La diferencia esencial es que en el futuro, cada uno de nosotros comandará más de un millón de esclavos – pero estos serán esclavos mecánicos y eléctricos, no seres humanos compañeros. Esto terminará para siempre con la degradante explotación de cualquier ser humano por otro para que el último viva una vida abundante, productiva y menos estresante. Quizás la mayor ayuda en el enriquecimiento de la supervivencia de la raza humana sea la introducción de la cibernetización, la computadora electrónica, y la inteligencia artificial, los cuales podrían salvar a la raza humana de sus propias inadecuaciones.

Una economía basada en recursos incluye el rediseño de nuestras ciudades, sistemas de transporte, y plantas industriales para que utilicen energía eficientemente, sean limpias y proporcionen convenientemente las necesidades de toda la gente tanto material como espiritualmente. Estas nuevas ciudades cibernetizadas tendrían su sistema nervioso autonómico de sensores eléctricos extendido a todas las áreas del complejo social. Su función sería coordinar un equilibrio entre la producción y la distribución y operar una economía de equilibrio. Las decisiones serán arribadas en base al feedback del ambiente. A pesar de la manía actual por la seguridad nacional y las intromisiones subsecuentes en los asuntos personales de cada uno, en una economía basada en recursos donde nadie necesita tomar nada de otro, será considerado socialmente ofensivo y contraproducente que las máquinas monitoreen las actividades de los individuos. De hecho, tal intromisión no serviría ningún propósito útil.

Para entender mejor la operación de la cibernetización en el sistema de la ciudad, por ejemplo, en el cinturón agrícola las sondas eléctricas incrustadas en el suelo mantendrían automáticamente un inventario constante del agua, las condiciones del suelo, los nutrientes, etc. y actuaría apropiadamente sin la necesidad de intervención humana. Este método de feedback electrónico industrial podría ser aplicado al manejo entero de la economía global.

Todos los materiales crudos utilizados para manufacturar productos pueden ser transportados directamente a las instalaciones de manufacturación, por “secuencias” de trasporte automatizado como barcos, monorrieles, trenes, cañerías, tubos neumáticos y similares. Todos los sistemas de transporte son completamente utilizables en ambas direcciones. No habría camiones o trenes vacíos, o unidades de transporte en viajes de regreso. No habría trenes de carga guardados en campos, esperando un ciclo de negocios para ser utilizados. Un sistema automatizado de inventario podría ser conectado tanto a los centros de distribución como a las instalaciones de manufacturación, coordinando la producción para satisfacer la demanda y proveer una evaluación constante de las estadísticas de preferencia y consumo. De esta manera una economía de equilibrio puede ser garantizada y los desabastecimientos, desbordamientos, y desechos podrían ser eliminados.

El método para distribuir bienes y servicios en una economía basada en recursos sin la utilización de dinero o fichas podría ser logrado a través del establecimiento de centros de distribución. Estos centros de distribución serían similares a una biblioteca pública o una exposición, donde las ventajas de los nuevos productos pueden ser explicadas y demostradas. Por ejemplo, si uno fuera a visitar el Parque Nacional de Yellowstone, uno podría retirar una cámara, utilizarla, y, si no quiere conservarla, devolverla a otro centro de distribución o punto de descarga, eliminando la necesidad del individuo de guardar y mantener el equipamiento.

Además de estos centros informáticos, lo cuales estarían localizados a lo largo de las comunidades, habría pantallas de imagen 3D en la comodidad del hogar de cada uno. Si un ítem es deseado, una orden sería realizada, y el ítem podría ser entregado automáticamente en el lugar de residencia de la persona.

Con la infusión de una economía mundial basada en recursos y un esfuerzo masivo para desarrollar fuentes nuevas limpias y renovables de energía, (geotérmica, fusión controlada, concentración de calor solar, fotovoltaica, eólica, mareomotriz, undimotriz, y combustible de los océanos), eventualmente podríamos tener energía en una cantidad ilimitada que serviría para servir a la civilización por miles de años.

Para entender mejor el significado de una economía basada en recursos considera esto: Si todo el dinero del mundo repentinamente desapareciera, siempre que el suelo fértil, las fábricas y otros recursos fueran dejados intactos, podríamos construir lo que quisiéramos y cubrir cualquier necesidad humana. No es dinero lo que la gente necesita, sino la libertad de acceder a la mayoría de sus necesidades sin tener que apelar a la burocracia gubernamental o de cualquier otra agencia. En una economía basada en recursos el dinero se volvería irrelevante. Todo lo que haría falta serían los recursos, la manufacturación y la distribución de los productos.

Piensa en el automóvil. Hoy, para reparar los automóviles convencionales debemos remover una gran cantidad de hardware antes de llegar al motor. ¿Por qué son hechos tan complicados? La razón es simplemente porque que sea fácil de reparar no es la preocupación de los fabricantes. Ellos no tienen que pagar para reparar el auto. Si tuvieran que hacerlo, puedo asegurarte, diseñarían automóviles estructurados con componentes modulares que fácilmente podrían ser desacoplados facilitando el acceso al motor. Tal construcción sería típica en una economía basada en recursos. Muchos de los componentes del automóvil serían fácilmente removibles para ahorrar tiempo y energía en el raro caso de reparación, dado que nadie haría una ganancia reparando automóviles o cualquier otro producto. En consecuencia, todos los productos serían de la mayor calidad posible, y serían simplificados para facilitar la reparación. Las unidades de transporte automóvil construidas de esta manera pueden ser diseñadas para estar libres de reparación por varios años. Todos los componentes dentro del auto podrían ser reemplazados fácilmente cuando es necesario por tecnologías mejoradas. Eventualmente, con el desarrollo de soportes suspendidos magnéticamente, la lubricación y el desgaste serían relegados al pasado. Sensores de proximidad en los vehículos previenen colisiones, reduciendo aún más la necesidad de servicio o reparación.

Este mismo proceso sería utilizado en todos los otros productos. Todos los dispositivos industriales serían diseñados para reciclar. Sin embargo, la vida útil de los productos sería significativamente incrementada a través de diseños inteligentes y eficientes, reduciendo desechos. No existiría ninguna “obsolescencia planeada”, donde los productos son diseñados deliberadamente para desgastarse o romperse. En una economía basada en recursos la tecnología aplicada inteligente y eficientemente conservaría energía, reduciría desechos, y proveería mayor tiempo libre. Durante la transición, la semana laboral podría ser escalonada eliminando así embotellamientos de tráfico o hacinamientos en todas las áreas de la actividad humanas, incluyendo playas y áreas recreativas.

La mayoría de los sistemas de envasado serían estandarizados, requiriendo menos espacio de guardado y facilitando un manejo simple. Para eliminar residuos como diarios, libros, y otras publicaciones, estos podrían ser reemplazados, por ejemplo, por un proceso electrónico en el cual una película sensible a la luz es ubicada frente a un monitor o TV, produciendo una impresión temporal. Este material sería capaz de guardar la información hasta que es borrada. Esto conservaría nuestros bosques y millones de toneladas en papel, lo cual es una parte importante del proceso de reciclado. Eventualmente, la mayoría del trabajo en papel no sería requerido, tales como publicidad, dinero, correo, diarios, agenda telefónica, etc.

Mientras superamos la necesidad de profesiones que están basadas en el sistema monetario, como los abogados, contadores, banqueros, compañías de seguros, publicidad, personal de ventas, y accionistas, una cantidad considerable de desperdicios y personal no productivo podrían ser eliminados. Enormes cantidades de tiempo y energía también serían ahorradas eliminando la duplicación de productos competidores. En lugar de tener cientos de diferentes plantas fabricantes y todo el papel y el personal que son requeridos para fabricar productos similares, solo muy pocos de los de más alta calidad serían necesarios para servir a la población entera. En una economía basada en recursos la obsolescencia planeada no existiría. 


Motivación, Incentivo y Creatividad

Se dice que el supuesto sistema de empresa libre (capitalismo) crea incentivo. Esto puede ser verdad, pero también perpetúa la avaricia, la malversación, la corrupción, el crimen, el estrés, las dificultades económicas, y la inseguridad. Además, el argumento de que el sistema monetario y la competencia generan incentivo no siempre es verdad. La mayoría de nuestros desarrollos científicos y tecnológicos han sido el resultado de los esfuerzos de unos pocos individuos que han trabajando independientemente y generalmente contra una fuerte oposición. Tales contribuidores como Goddard, Galileo, Darwin, Tesla, Edison, y Einstein fueron individuos que estaban preocupados genuinamente en la resolución de problemas y el mejoramiento de procesos, en lugar de una mera ganancia monetaria. De hecho, generalmente hay una gran desconfianza en aquellos cuyo incentivo es enteramente motivado por una ganancia monetaria, esto abarca abogados, hombres de negocios, vendedores, y aquellos en cualquier campo.

Algunos cuestionaran que si las necesidades básicas son accesibles a todas las personas, ¿qué es lo que las motivará? Esto equivale a decir que los niños criados en ambientes ricos, en los cuales sus padres proveen todo el alimento, ropa, refugio, nutrición, y educación necesarios, demostrarán una falta de incentivo o iniciativa. No hay evidencia para respaldar esta hipótesis falaz. Existe una evidencia abrumadora para respaldar los hechos de que la malnutrición, la falta de empleo, los sueldos bajos, la salud precaria, la falta de dirección, la falta de educación, la carencia de hogar, los modelos de rol precarios, la pobreza y un prospecto descolorido del futuro si crean monumentales problemas individuales y sociales, y reducen significativamente el accionar del individuo a lograr algo. La aspiración de una economía basada en recursos es impulsar y desarrollar un nuevo sistema de incentivo, uno que ya no este dirigido hacia las metas vacías y egocéntricas de riqueza, posesión y poder. Estos nuevos incentivos alentarían a la gente a perseguir diferentes metas, tales como la realización propia y la creatividad, la eliminación de la escasez, la protección del ambiente, y el aliviamiento del sufrimiento en sus compañeros seres humanos.

La gente, provista de una buena nutrición en una sociedad altamente productiva y humana, desarrollará un nuevo sistema de incentivo inalcanzable en un sistema monetario. Habría tal enorme variedad de nuevas maravillas por experimentar, explorar, e inventar, que la noción de aburrimiento y apatía sería absurda. El incentivo generalmente es aplastado en nuestra cultura actual, donde una persona no se anima a soñar en un futuro que le parece inalcanzable. La visión del futuro que muchos tienen hoy consiste en días interminables de trabajos insensatos, y una vida desperdiciada, aplastada por el bien de ganar el dinero suficiente para sobrevivir de un día al otro.

Cada período sucesivo en el tiempo crea su propio sistema de incentivo. En los primeros tiempos el incentivo de cazar alimento era generado por el hambre, el incentivo para crear una jabalina o un arco y flecha se desarrolló como un proceso de apoyo a la caza. Con el advenimiento de una sociedad agraria la motivación de cazar dejo de ser relevante, y los incentivos cambiaron hacia la siembra de cultivos, la domesticación de animales, y hacia la protección de la propiedad personal. En una civilización donde la gente recibe alimento, cuidado médico, educación, y vivienda, los incentivos cambiarían de nuevo y serían redirigidos: la gente podría ser libre de explorar otras posibilidades y estilos de vida que no pudieron ser anticipados en los primeros tiempos.

La naturaleza del incentivo y la motivación depende de varios factores. Sabemos, por ejemplo, que la salud física y mental de un individuo esta relacionada directamente al sentido de valor propio y bienestar de esa persona. Más aún, sabemos que todos los bebes saludables son curiosos; es la cultura la que modela la forma particular de curiosidad y motivación. Por ejemplo, en India y otras áreas de gran escasez hay mucha gente que no esta motivada a acumular riqueza y posesiones materiales; renuncian a todos los bienes mundanos. Bajo las condiciones en las cuales se encuentran, esto no es difícil. Esto parece estar en conflicto directo con otras culturas que valorizan la acumulación de riqueza material. Aún así, ¿que visión es más válida? Tu respuesta a esta pregunta dependerá de tu marco de referencia, es decir, de tu sistema de valores influenciado culturalmente.

Muchos psicólogos y sociólogos experimentales han demostrado que los efectos del ambiente juegan un rol importante en el modelado de nuestro comportamiento y valores. Si el comportamiento constructivo es recompensado apropiadamente durante la niñez, el niño se vuelve motivado a repetir ese comportamiento, sabiendo que así cubre sus necesidades individuales. Por ejemplo, si una pelota le fuera dada a un niño que esta interesado por la botánica, esto no sería una recompensa desde el punto de vista del niño. Es muy desafortunado que muchos individuos en nuestra sociedad actual no sean recompensados apropiadamente por sus esfuerzos creativos. En algunos casos los individuos son aparentemente capaces de superar las deficiencias de su ambiente a pesar de una aparente falta de refuerzos positivos. Esto se debe a su “refuerzo propio” en el cual pueden ver una mejora en cualquier actividad que hayan realizado, y conseguir un sentido intrínseco de logro; sus refuerzos no dependen de la aprobación de otros, ni tampoco de una recompensa monetaria. Aquellos niños que dependen de la aprobación de un grupo tienden a ser afectados con un sentido de baja autoestima, mientras que los niños que no dependen de la aprobación de un grupo usualmente adquieren un sentido de autoaprobación al mejorar sus propios desempeños.

A través de la historia, han habido varios innovadores e inventores que fueron cruelmente explotados, ridiculizados, y abusados recibiendo una pequeña recompensa financiera. Aún así, soportaron tal adversidad porque estaban motivados de aprender y descubrir nuevas maneras de hacer cosas. Mientras que los individuos creativos como Leonardo Da Vinci, Michelangelo, y Beethoven recibieron el generoso patrocinio de patrones ricos, esto no disminuyó su incentivo en lo más mínimo. De manera contraria, los alentaba a alcanzar nuevas alturas de creatividad, perseverancia y logro.

Este es un concepto difícil de entender debido a que la mayoría de nosotros hemos sido criados con un sistema de valores que nos ha dado un conjunto de nociones sobre la manera en que debemos pensar y comportarnos acerca del dinero y la motivación. Estas están basadas en ideas antiguas que hoy en día son realmente irrelevantes.

Se ha dicho que la guerra genera creatividad. Este concepto deliberadamente tergiversado no tiene base en realidad. Fue el financiamiento gubernamental de las industrias de guerra el que ayudó a desarrollar nuevos materiales e invenciones. No hay duda que una sociedad más cuerda sería capaz de crear un sistema de incentivo más constructivo si nuestro conocimiento sobre las condiciones que modelan la motivación humana fuera aplicado.

En este nuevo arreglo social de una economía basada en recursos, la motivación y el incentivo serían animados a través del reconocimiento y la preocupación sobre las necesidades del individuo. Esto significa proveer el ambiente, las instalaciones educativas, la nutrición, el cuidado de salud, la compasión, el amor, y la seguridad que toda la gente necesita. 


El Aspecto Humano

En la sociedad actual, existe una gran preocupación sobre la disolución de la estructura familiar convencional y los valores sociales asociados a ella. La familia es vista como el lugar más básico para adquirir las habilidades vitales del cuidado, la sociabilidad, la responsabilidad, la estabilidad, y la preocupación por otros. El incremental desinterés y falta de dirección exhibidos por muchos adolescentes parecen validar estas preocupaciones.

Actualmente, es necesario que tanto el esposo como la esposa trabajen. La economía monetaria ha destruido en gran magnitud la cohesión familiar. Los padres carecen del tiempo adecuado para estar con sus hijos, y son constantemente estresados por las facturas médicas, los pagos de seguro, los gastos educativos, y el alto costo de vida. Es en esta área que uno de los más profundos beneficios de esta nueva civilización podría ser realizado. Los días más cortos de trabajo proveerían más tiempo para las relaciones familiares. El libre acceso a los bienes y servicios harían del hogar un lugar más placentero, habiendo removido el estrés económico que causa tanta agitación familiar.

Con el nivel de sociabilidad enriquecido que naturalmente vendrá del no tener que competir para acceder a bienes y servicios, veríamos una tendencia hacia la extensión de la unidad familiar hacia la comunidad. Como ya es observado en otras culturas, la educación y el desarrollo de los niños se volverían responsabilidad tanto de la familia como de la comunidad.

Con la eliminación de la deuda, el miedo de perder el trabajo ya no será una amenaza; esta seguridad, combinada con la educación de cómo relacionarse con otros en una manera mas significativa, podría reducir considerablemente el conflicto y el estrés tanto mental como físico. Cuando la educación y los recursos estén al alcance a todos sin un precio, no habría límites para el potencial humano.

El miedo sobre un comportamiento uniforme en una economía cibernetizada del futuro basada en recursos es infundado. La única uniformidad que uno podría encontrar sería la preocupación sobre el medio ambiente y la importancia de extender la máxima cortesía a todas las naciones y a otros. Todos compartirán similarmente una curiosidad intensa por todo lo que es nuevo y desafiante. Con un mejor entendimiento, la gente podría tener una perspectiva flexible hacia lo que era desconocido en tiempos anteriores, libre de intolerancia y de prejuicios. Además, la gente en esta nueva sociedad innovadora se preocuparía por sus compañeros seres humanos, y por la protección, mantenimiento, y la responsabilidad del medio ambiente natural de la Tierra. Adicionalmente, todos, independientemente de su raza, color o religión, tendrían acceso equitativo a todas las amenidades que esta cultura altamente productiva podría suministrar.

En sistemas de educación más avanzados y más humanos, la gente adquiriría este nuevo tipo de sistema de valores. Además entenderían las varias ventajas de la cooperación en lugar de la competición. En una sociedad sin intereses concedidos sería imposible aparejar los talentos de los científicos y los técnicos a investigaciones de armas, o cualquier otro cometido socialmente hostil. Denominamos a este enfoque “moralidad funcional”. Este enfoque más nuevo, más humano y más productivo propondría la búsqueda de soluciones no militares a las diferencias internacionales. Esto llama por una visión global, la cual sería una mejora considerable sobre los intereses nacionales propios y vacíos. Podríamos utilizar el conocimiento y la información como herramientas que estarían rendidas sólo cuando la evidencia de métodos más apropiados es introducida.

Algunas personas cuestionan la moralidad de recibir algo por nada, aparentemente. En una reciente conferencia universitaria un estudiante se oponía a la idea de “obtener algo por nada”. Luego le pregunte si él estaba pagando sus estudios, o si eran sus padres los que estaban pagando por él. Admitió que eran sus padres. También señalé que si él realmente creía que la gente no debería recibir algo por nada, entonces en el caso del fallecimiento de sus parientes ricos él preferiría que su herencia sea destinada a las fundaciones del corazón o del cáncer, en lugar de ser otorgada a él. Pero no hace falta decir que el estudiante se opuso a esta idea.

Sólo por nacer en un país desarrollado, tenemos acceso a muchas cosas en las cuales no ponemos ningún esfuerzo para conseguirlas, tales como un teléfono, el automóvil, la electricidad, agua potable, etc. Estos dones del ingenio e inventiva humana no degradan nuestras vidas, sino que las enriquecen y mejoran. Lo que nos degrada es la falta de preocupación por aquellos suficientemente desafortunados que experimentan la pobreza, el hambre, y la carencia de hogar. Los diseños sociales que son propuestos en este texto dan la oportunidad a los individuos de desarrollar su mayor potencial en cualquier cometido que elijan sin el miedo de perder su individualidad, o de sumirse a la uniformidad.

Una economía basada en recursos, por definición, incluye la participación de toda la gente en sus beneficios. En un sistema monetario existe una razón inherente para ser corrupto y es ganar una ventaja competitiva sobre alguien más. Sin intereses concedidos o la utilización de dinero, no hay beneficio al aplastar opiniones o al falsificar información o al tomar ventaja de otro. No habría necesidad de ningún tipo de barrera social subyacente que limite la participación de cualquier individuo o que restrinja la introducción de nuevas ideas. El objetivo principal es el acceso a la información y la disponibilidad de bienes y servicios para toda la gente. Esto haría posible que la gente se prepare para participar en los desafíos emocionantes de esta nueva sociedad. Una economía basada en recursos podría crear un ambiente que alentaría el rango más amplio de individualidad, creatividad, propósito constructivo, y cooperación sin ninguna clase de elitismo, ya sea técnico o de otro tipo. Aún más significativamente, una economía basada en recursos generaría un sistema de incentivo ampliamente diferente, basado en preocupaciones humanas y ambientales. Esta no sería una cultura uniforme sino una que se encuentra diseñada para estar bajo un proceso constante de crecimiento y mejoramiento.

Mientras enriquecemos las vidas de otros, protegemos nuestro medio ambiente, y trabajamos hacia la abundancia, todas nuestras vidas podrían volverse más ricas y seguras. Si estos valores fueran puestos en práctica nos harían capaces de lograr un estándar de vida más alto dentro de un período relativamente corto de tiempo—uno que continuamente sería mejorado. En un tiempo donde las instituciones comerciales ya no existan, las necesidades de prisiones, abogados, publicidades, bancos y el mercado de valores no servirían ningún propósito útil. En la sociedad del futuro, en la cual el sistema monetario de escasez ha sido reemplazado por una economía basada en recursos, y en donde las necesidades físicas y creativas están cubiertas, la propiedad privada como la conocemos dejaría de ser la necesidad de proteger el acceso propio a bienes y servicios. El concepto de propiedad no representaría ninguna ventaja en una sociedad de abundancia. Aunque sea difícil de imaginar para muchos, incluso la persona más rica del mundo de hoy en día podría encontrarse inmensamente mejor en la sociedad altamente productiva basada en recursos. Actualmente en los países desarrollados la clase media vive mejor que reyes y los adinerados de tiempos pasados. En una economía basada en recursos todos vivirían vidas más ricas que los más poderosos y adinerados de hoy, no sólo materialmente sino también espiritualmente.

Las personas serían libres de perseguir cualquier campo constructivo de cometido sin ninguna presión económica, restricciones, deuda o impuestos que son inherentes en el sistema monetario de la actualidad. Por cometido constructivo, nos referimos a todo aquello que enriquezca la vida del individuo y del resto y que proteja al medio ambiente global. Cuando la educación y los recursos estén al alcance de todos sin un precio no habría límites para el potencial humano. Con estas alteraciones principales la gente eventualmente sería capaz de tener vidas más largas, significantes, saludables y productivas. En tal sociedad, la medida de éxito estaría basada en la realización de las metas individuales en lugar de la adquisición de riqueza, posesiones y poder. 


El Proyecto Venus

El Proyecto Venus es una organización que esta fundada en las ideas, diseños y dirección presentados aquí. Representa muchos años de investigación y dedicación de parte de su originador y Director de Proyecto, Jacque Fresco. Su centro de investigación y diseño de 25 acres esta ubicado en Venus, Florida donde el futuro esta tomando forma hoy. La función del Proyecto Venus es diseñar, desarrollar, y preparar planes para la construcción de una ciudad experimental basada en los principios descritos previamente. Aquí hemos construido nueve edificios experimentales, y hemos desarrollado sistemas de energía alternativa, diseños de ciudad, transporte, sistemas de producción, y más. Como respaldo a esta investigación estamos creando planos, animaciones y modelos, dando seminarios, produciendo libros, videos y otro material escrito para introducir un conjunto de valores y procedimientos que nos haría capaz de lograr la transformación social. El Proyecto Venus proveería los diseños y los planos de una comunidad prototipo para examinar la validez de sus propuestas sociales y para establecer un centro permanente que podría ser utilizado para el planeamiento de proyectos futuros a corto o largo plazo. También brinda una orientación relevante a la gente para que sea capaz de adaptarse intelectual y emocionalmente a nuestra nueva era tecnológica. Cualquier cosa menor a un diseño social global sería inapropiada y mucho menos efectiva. Nuestras propuestas serán presentadas al público general y a todas las instituciones educativas, e invitamos su participación. Si una cantidad suficiente de personas encuentra estas propuestas aceptables y decide unírsenos en esta nueva dirección, esto podría ayudar a formar el núcleo de una organización para alcanzar las aspiraciones del Proyecto Venus.

Las configuraciones circulares de las nuevas ciudades propuestas por El Proyecto Venus no son sólo conceptualizaciones arquitectónicas estilizadas, sino que son el resultado de años de investigación para proporcionar un ambiente que mejor sirva las necesidades de sus ocupantes en una manera eficiente y económica. Sin el conocimiento suficiente de las interrelaciones simbióticas entre la humanidad y el medio ambiente, sería extremadamente difícil desarrollar soluciones viables a nuestros problemas. En el planeamiento de esta nueva ciudad El Proyecto Venus ha tomado este y muchos otros factores con cuidadosa consideración y estudio. Esta nueva ciudad experimental estaría dedicada a trabajar hacia las aspiraciones y metas del Proyecto Venus, las cuales son:

1. La declaración de los recursos del mundo como herencia común de toda la gente.

2. Trascender las fronteras que actual y arbitrariamente separan a la gente.

3. Reemplazar las economías nacionalistas basadas en dinero con una economía mundial basada en recursos.

4. Asistir a la estabilización de la población mundial a través de la educación y el control de nacimiento voluntario.

5. Reclamar y restaurar el medio ambiente a lo más alto de nuestra capacidad.

6. Rediseñar ciudades, sistemas de transporte, industrias agrícolas, y plantas industriales para que utilicen energía eficientemente, sean limpias y capaces de servir a las necesidades de toda la gente.

7. Gradualmente ir trascendiendo entidades corporativas y gubernamentales, (locales, nacionales, o supra-nacionales) como medios de administración social.

8. Compartir y aplicar nuevas tecnologías para el beneficio de todas las naciones.

9. Desarrollar y utilizar fuentes de energía limpias y renovables.

10. Manufacturar los productos de mayor calidad posible para el beneficio de toda la gente del mundo.

11. Requerir estudios de impacto ambiental antes de llevar a cabo cualquier megaconstrucción.

12. Alentar el más amplio rango de creatividad e incentivo hacia un esfuerzo constructivo.

13. Trascender el nacionalismo, la intolerancia, y el prejuicio a través de la educación.

14. Eliminar elitismos, sean técnicos o de otra clase.

15. Arribar a metodologías a través de investigaciones rigurosas en lugar de opiniones aleatorias.

16. Mejorar la comunicación en las escuelas para que nuestro lenguaje sea relevante a las condiciones físicas del mundo.

17. Proveer no solo de las necesidades de la vida, sino también de desafíos que estimulen la mente enfatizando la individualidad en lugar de la uniformidad.

18. Finalmente, preparar a la gente intelectual y emocionalmente para los cambios y desafíos que nos esperan.

Como cualquier otra propuesta social innovadora, se comienza con unas pocas personas que dedican su tiempo informando a otros de los beneficios humanos de esta nueva dirección. Las personas están invitadas a participar con cualquier capacidad que tengan para ayudar en las fases iniciales de diseño de esta nueva ciudad experimental. Un equipo interdisciplinario de ingenieros de sistema, programadores informáticos, arquitectos, planeadores de ciudad, sociólogos, psicólogos, educadores y similares también sería necesario. El diseño del Proyecto Venus no considera a las condiciones ambientales como fijas o estáticas. Debemos permitir la adaptación y el cambio dentro del sistema como un proceso continuo. Esto evitará la tendencia a perpetuar arreglos temporales más allá de su período de utilidad.

La ciudad circular propuesta por El Proyecto Venus sería una fase transicional y podría evolucionar de una sociedad semi-cooperativa orientada al dinero a una economía entera basada en recursos. Este podría ser el prototipo de una serie de nuevas ciudades que podrían ser construidas en varios lugares alrededor del mundo. El nivel de progresión dependerá de la disponibilidad de fondos recaudados durante las primeras etapas, y de la gente que se identifica, participa, y apoya las metas y dirección del Proyecto Venus. Mientras estas comunidades se desarrollan y se vuelven más aceptadas, podrían formar la base de una nueva civilización, preferentemente a través del proceso de evolución, en lugar de revolución. Somos muy concientes de que nadie puede realmente predecir la forma del futuro. Sólo podemos extrapolar utilizando las informaciones y tendencias actuales. El crecimiento poblacional, el cambio tecnológico, las condiciones ambientales globales y los recursos disponibles son el criterio principal para realizar proyecciones futuras. También somos concientes de que no hay ninguna filosofía o punto de vista – religioso, político, científico, o ideológico – con el que nadie tenga un problema. Sentimos, ciertamente, que los únicos aspectos del Proyecto Venus que pueden parecer amenazantes son aquellos que otros proyectan sobre él.

El Proyecto Venus no es Utópico, ni Orwelliano, ni tampoco refleja los sueños de idealistas imprácticos. En su lugar, presenta metas alcanzables requiriendo sólo la aplicación inteligente de lo que ya conocemos. Las únicas limitaciones son aquellas que imponemos sobre nosotros mismos.

El Proyecto Venus no propone la disolución del sistema capitalista. Creemos que eventualmente evolucionará hacia una sociedad basada en recursos a debido tiempo. Todo lo que Proyecto Venus ofrece es un enfoque alternativo para tomar en consideración.

No es posible en este breve texto presentar la metodología y operación precisa de una economía basada en recursos. Te alentamos a que te informes mejor sobre las propuestas de este proyecto a través de nuestros libros, videos, conferencias y seminarios. Si te identificas con esta dirección, eres bienvenido a unirte con nosotros y trabajar para su realización.